Bárbara Shunyí

Nacida en Cádiz, en 1966. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas, estando su obra representada en museos y colecciones particulares de todo el mundo.

Una insatisfacción fértil

En primer lugar, hay que comenzar diciendo quién es Bárbara Shunyí. Esta autora gaditana (España) se destacó, desde hace años, como una estudiosa del grabado no tóxico. Estuvo presente en varias ciudades extranjeras donde la estampación tenía una especial incidencia, Roma, Berlín, París, Copenhague y, sobre todo, Pekín, allí donde el grabado oriental marca unas rutas de gran significación y trascendencia.

La obra de esta autora nos sitúa en los grandes planteamientos artísticos que proporciona la obra gráfica y que ella desarrolla con todo el rigor y el entusiasmo que exige esta modalidad artística. El grabado se nos aparece en variadas técnicas donde lo oriental y lo occidental yuxtaponen sus fronteras en un ejercicio de sabias referencias.

Cuaderno de Pekín trasciende claramente una contundente verdad artística. Cada pieza deja entrever un evidente apasionamiento formal donde la pieza artística no ofrece duda. Al mismo tiempo, el espectador se encuentra con la fortaleza de un concepto perfectamente conformado, el sentido visual que transporta a un especial manifiesto gráfico de connotaciones orientales; observa la perfección de sus elementos distributivos y la sobria intervención de la artista.

Cuaderno de Pekín fomenta el placer por la obra buena. Búsqueda perfecta de un final feliz que nos sitúa en un horizonte novedoso por el cual dejar constancia de esa contundente realidad de una artista que sabe lo que hace, lo que quiere y cómo llevarlo a cabo.

Bernardo Palomo. Crítico de arte.